Consejos para construir tu Jardín Zen
Artículo revisado por el Comité
La belleza y el misterio de los jardines japoneses atraen a muchas personas, siendo en la actualidad uno de los estilos más de vanguardia gracias a su diseño simple y minimalista.
Los jardines japoneses esconden dentro de sí un interesante propósito, ya que nacieron para ayudar a la calma, la serenidad y la tranquilidad de la mente.
Surgidos en el palacio imperial en el siglo XV, difieren completamente de lo que es un jardín convencional, ya que se componen de elementos naturales pero de gran simpleza, buscando incluso ser un lugar perfecto para meditar y expresar espiritualidad.
Dentro de los principales elementos que componen un jardín zen se encuentran piedras, madera, plantas y arena. Además de estos elementos naturales, también se complementa su diseño con otros creados artificialmente, pero que permiten una perfecta armonía como puentes, senderos y linternas.
El misterio de su simbología
Un jardín Zen se considera la expresión filosófica del universo, donde ayuda a la mente contemplar sus colores, formas, texturas y formas para meditar, siendo una expresión de mundos individuales de pensamientos.
Por ello se construyen a través de diferentes elementos que encierran importantes simbología dentro de ellos como por ejemplo:
- Arena: Este elemento representa el agua y cuando es arrastrada con un rastrillo se crea la sensación de olas en el mar.
- Rocas: Las rocas representan las montañas, la longevidad y felicidad. Esta es la razón por la que se considera todo un acto espiritual la colocación de estas piedras en el jardín.
Cómo construir un jardín zen
- Para comenzar lo primero que debemos realizar es definir su lugar y tamaño. Luego debemos preparar la base donde haremos nuestro jardín, se recomienda que sea una superficie muy plana, donde no haya nada que más tarde causar algún problema con la mantención.
- El segundo paso es construir un molde de madera, donde construiremos el jardín. El molde es una especia de caja con una profundidad de al menos 10 cm. Luego se llena con arena hasta el borde y con un rastrillo se distribuye la arena uniformemente.
- Luego puedes comenzar la decoración con rocas, éstas simbolizan las montañas y son muy importantes en este tipo de jardines. Recuerda que también puedes utilizar piedras de colores decorativas, lo importante es que sólo las sumerjas parcialmente en la arena. Recuerda que los budistas no recomiendan ubicarlas en el centro del recipiente, sino a los lados y debes colocarlas asimétricamente en número impar.
- Ahora es el turno de la iluminación, averigua qué tipo de luces son las más adecuadas para tu jardín. Pueden ser eléctricas, lámparas o incluso velas para que puedas disfrutar durante la noche de tu jardín.
- Recuerda que puedes agregar a tu jardín todo lo que son plantas, bambú, bonsái, troncos e incluso musgos, los cuáles lucen muy bien como elemento verde. Además eres libre de poder decorar con hermosos faroles, puentes, elementos de agua o estatuas.
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excelente el concepto y la manera que lo disponesn